Antienvejecimiento de forma natural

Antes de gastar mucho dinero en cremas, bálsamos y dispositivos para la piel en cuanto notes pequeñas imperfecciones, recuerda que los seres humanos han sabido cuidar de su piel durante siglos. Hay muchos remedios naturales que sencillamente se nos olvida utilizar. Los aceites son perfectos para mantenernos jóvenes, tanto en la apariencia de nuestra piel como en lo respectivo a nuestras articulaciones y órganos internos. Piensa por ejemplo en la dieta mediterránea. El aceite de oliva junto con especies aceitosas de pescado tales como la sardina, la caballa o el salmón son parte importante de la alimentación mediterránea, y por una buena razón. Los aceites que se encuentran en estos alimentos son excelentes para tener una piel y un corazón saludables, para lubricar articulaciones y ligamentos y para tener un sistema digestivo sano. No hay necesidad de comprar aceites artificiales que supuestamente tienen el mismo efecto, pero son 10 veces más caros. La cera de abeja es otro remedio natural para la piel. Sin embargo, funciona mejor si se combina con otros aceites naturales. Una de las mejores cremas para la piel es una combinación natural de cera de abeja, aceite de almendra y aceite jojoba, fácil de preparar calentando la mezcla durante cinco minutos. Aunque hay muchos fabricantes de productos a base de cera de abeja, estos suelen tener un alto contenido de ingredientes sintéticos. Además, los precios casi siempre son exorbitantes, considerando cuán fácil es hacer el equivalente natural. La sábila también está ganando terreno en el ámbito del cuidado de la piel, no sin una buena justificación. Esta planta que crece de forma natural está llena de nutrientes, y su efecto calmante no solo es perfecto para quemaduras de sol (uso que se le ha dado tradicionalmente), sino también para humectar y rejuvenecer la piel. Por supuesto, no todos los remedios naturales funcionan para cualquier persona. La piel y el cuerpo de cada quien reaccionan diferente a los agentes externos. Algunos presentamos alergias, otros quizá solo no obtengan los resultados buscados. No obstante, lo natural siempre es mejor; los productos químicos e ingredientes sintéticos contrarrestan los beneficios. Probar primero con la alternativa natural es siempre la decisión más prudente y saludable.